En los últimos tiempos, los efectos de la crisis económica, así como la aplicación de políticas de austeridad han provocado un cambio sobre los modelos de pobreza tradicional asociados a imágenes de desolación alejadas de nuestra realidad que aparecían en los diferentes medios de comunicación. Actualmente, somos testigos de que la pobreza está presente en nuestro entorno más cercano siendo conscientes de la delgada línea que nos separa del riesgo de la exclusión social.
Por este motivo, debemos tomar partido para frenar el avance de la desigualdad y acabar con el hambre, ya que según
Acción Contra el Hambre,
"somos la generación capaz de acabar con el hambre en el mundo". En el mundo hay 795 millones de personas que viven amenazados por el hambre, en estado de inseguridad alimentaria. El hambre es, por tanto, la mayor pandemia de este siglo, causando la muerte de 3,1 millones de niños cada año (8.500 niños cada día).
Acción Contra el Hambre es una organización que lucha contra el hambre en todas sus fases, desde sus manifestaciones más extremas (desnutrición severa) hasta las causas que la producen. En 2013, dado el impacto de la crisis económica en nuestro país y tras la fusión con la Fundación Luis Vives, Acción Contra el Hambre abre una nueva línea de trabajo centrada en la acción social en España a través de diferentes programas de fomento del empleo y el emprendimiento, con el objetivo de generar oportunidades de acceso al mundo laboral para personas que lo necesiten.
Francois Lenoiv/Acción contra el Hambre
En Acción Contra el Hambre entienden el hambre como una enfermedad, cuyo estado más grave, la desnutrición aguda, puede curarse con un tratamiento eficaz y demostrado. Para ello es necesario que el diagnóstico, la prevención y el tratamiento de la desnutrición se integren dentro de los programas de salud pública, invirtiendo en políticas sociales para que los más pobres puedan cubrir sus necesidades básicas. El coste del tratamiento nutricional de un niño es de unos 40€. Con esta misma cantidad se pueden comprar semillas destinadas al cultivo para el autoabastecimiento de 2 familias. Con 90€ se pueden comprar tres letrinas con cisterna para mejorar la higiene de 3 familias. Con 120€ se pueden comprar los medicamentos y el material sanitario necesario para tratar a 12 niños que sufren desnutrición durante 1 mes entero. 3.000 millones de euros bastarían para curar a los 16 millones de niños que sufren desnutrición aguda severa. Esta cantidad incluye el tratamiento a base de RUTF (Ready to Use Therapeutic Food, Alimentos Terapéuticos Listos para su Uso) y los costes de hospitalización.
Por tanto se puede salir de la crisis protegiendo a los más vulnerables, con un compromiso político con las políticas sociales, cruciales para frenar el avance y transmisión del hambre de generación en generación ya que con hambre, no hay futuro. Pero erradicar el hambre no sólo es responsabilidad de los estados, necesita la suma de una ciudadanía comprometida con los derechos humanos y la erradicación del hambre que muestre que puede cambiar el sistema alimentario realizando un consumo responsable, consciente del poder que ejerce las decisiones diarias y siendo solidaria con las causas de otras ciudadanías y sociedades civiles organizadas de los países en desarrollo.
Porque acabar con el hambre está al alcance de nuestras manos pero requiere de la ACCIÓN de todos y todas para luchar CONTRA el HAMBRE a bocados.
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